sábado, agosto 09, 2025

La tarea más difícil de la vida es cambiarte a ti mismo." (Nelson Mandela)

"La tarea más difícil de la vida es cambiarte a ti mismo." (Nelson Mandela) A veces, el silencio es muy difícil. Con los verdaderos amigos, no hay discusiones, solo enfados ocasionales. ¡Por eso la amistad perdura en instantes! Tengo una amiga, a quien tengo en alta estima, que siempre me dice: "Escribo demasiado en mis publicaciones...". Ya le he explicado que escribo "para mí"... sobre todo porque me da un propósito y refleja la importancia de encontrarle sentido a la vida, algo esencial para conectar con la verdad, la reflexión y la libertad. Como dijo el Papa Francisco: "Siempre es posible volver a empezar, incluso desde los escombros". Soy plenamente consciente de que todo en la vida cambia; nunca sabemos qué nos deparará el mañana. A veces la vida es un regalo hermoso, y otras veces, este regalo implica pensar en qué hacer con él, ya que no lo esperábamos. En otras palabras, nunca dejes de creer en ti mismo, así como nunca dejes de aprovechar las oportunidades que te da la vida, incluso en los momentos difíciles. Al darle un propósito a nuestras vidas, debilitamos su capacidad emocional. A veces, o casi siempre, hacemos demasiados planes y muy pocas promesas. Y las que hacemos, o escuchamos hacer, son poco creíbles. Pero debemos ser plenamente conscientes de que prometer “reorganiza y guía el presente”, prometer posibilita nuestro futuro: “de la nada”, con solo nuestra palabra, la promesa “crea un vínculo y un compromiso capaces de abarcar el tiempo y reunir, en una sola declaración, pasado, presente y futuro”. Si “sin futuro no hay promesas”, también podemos preguntarnos: “¿qué futuro podemos tener si no nos atrevemos a prometer nada?”. “El tiempo que tenemos no es corto, pero perdemos mucho”. La vida es lo suficientemente larga, y se nos da generosamente, para lograr las cosas más grandes, si la usamos bien”. (Séneca – Sobre la brevedad de la vida). Una promesa puede establecer compromisos (y hacer posibles las traiciones, también humanas, tan humanas), “interrumpir el destino”, “afirmar con convicción una verdad que desafía el peso de la realidad”. Puede romper la impotencia del "valor de las palabras". Significa estar abiertos a reconocer cuánto desconocemos. Ser cuidadosos con las certezas que albergamos. Porque muchas de estas certezas son inciertas, como: "Es demasiado tarde para mí". "Quien no conoce el valor de las palabras no conocerá a los seres humanos... Si quieres predecir el futuro, estudia el pasado". (Confucio) También sé que el silencio sería una forma de rendirse. ¡Y no me rindo!

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