¿DÓNDE ESTÁ NUESTRO ESTADO DE BIENESTAR?

¿DÓNDE ESTÁ NUESTRO ESTADO DE BIENESTAR? El "Estado de Bienestar" se refiere a la forma de organización estatal que asume la responsabilidad de garantizar el bienestar social de sus ciudadanos a través de la seguridad social, la salud, la educación y otras políticas de apoyo. No nos cabe duda de que Montenegro (PSD), primer ministro del actual gobierno de nuestro país, está en una senda de destrucción acelerada del Servicio Nacional de Salud (SNS), uno de los pilares de nuestro Estado de Bienestar. La vida nos sacude, nos sacude de tantas maneras, que ni siquiera sé cómo llegamos hasta aquí, ¡pero lo estamos! Y cada uno, a su manera, encontramos la manera de sobrevivir. ¡Eso es lo que hemos estado haciendo hasta ahora! ¿Qué intentan destruir Montenegro y su equipo, entre otras cosas? La disponibilidad de atención médica en hospitales públicos, centros de salud y clínicas colaboradoras, así como el acceso a medicamentos, el sistema de seguridad social que incluye pensiones (prestaciones de vejez, invalidez y supervivencia) y prestaciones sociales, la posibilidad de estudiar en escuelas públicas, desde preescolar hasta la educación superior, incluyendo becas y apoyo financiero, programas sociales adaptados a necesidades específicas (por ejemplo, guarderías y centros de ocio para los más pequeños, residencias de ancianos, centros de día y servicios de apoyo domiciliario para personas mayores, servicios para personas con discapacidad, apoyo a víctimas de violencia, programas de lucha contra la pobreza y la exclusión social, como la inclusión social y la asistencia alimentaria, y servicios para la integración de inmigrantes y refugiados). En la sociedad portuguesa, el Estado de Bienestar se ha convertido en un activo político que debemos defender y promover, permitiendo que todas las personas tengan la capacidad y la libertad de tomar las decisiones que consideren esenciales para una vida digna y obtener lo que valoran. Por lo tanto, es crucial que el Estado de Bienestar sea una prioridad y que se sigan realizando los ajustes necesarios para abordar los desafíos derivados de fenómenos como la demografía, la globalización y los flujos migratorios. Somos plenamente conscientes de que la idea de que el Estado de Bienestar crea una cultura de dependencia para ciertas personas está proliferando. Esto no es cierto. Las prestaciones sociales no son lo suficientemente generosas como para incentivar la inactividad, aunque sabemos que algunas personas se aprovechan de la incompetencia del organismo supervisor: ¡no hay supervisión!