La vida es un viaje del que nadie puede escapar.

La vida es un viaje del que nadie puede escapar. En los últimos años lo hemos convertido en una parte preciosa de nuestras vidas. En realidad, siempre que hago un balance de mi vida, pienso que el niño que fui está orgulloso del adulto que soy hoy. Y me gusta registrarlo para leer y volver a leer cuando me siento perdido, como “llegar tarde” a la vida, sin saber si estoy en el camino correcto. Es como tener algo a qué aferrarse. Como dijo Ernest Hemingway: "No podemos escapar de nosotros mismos moviéndonos de un lugar a otro". Alguien dijo que cada noche termina, cada dolor disminuye... la esperanza nunca está tan perdida que no podamos encontrarla. Incluso con los ojos hinchados, los pensamientos perturbados, incluso con el móvil sin mensajes, prometámonos sonreír por la mañana, porque comenzará un nuevo día, algo nuevo que aún no hemos vivido. ¡Cada día comienza con una nueva mañana! Y nunca olvidamos, sin embargo, que mañana será otro día. Como dijo Mário Quintana: “Cuando abro la ventana de mi habitación todas las mañanas. Es como si estuviera abriendo el mismo libro, pero en una página nueva”. A veces hay personas que recuerdan todas las veces que se fueron a dormir llorando, quizás un poco incrédulos en sí mismos y en la vida. Pero también deben recordar las veces que se acostaron felices por cosas que a los ojos de los demás eran tan pequeñas, y a los suyos, absolutamente gigantes. El mensaje que puedo dejar es animar a las personas a despertar la esperanza en su interior, a tener el coraje de cambiar y a creer que pueden ser, hacer y tener lo que quieran. Óscar Wilde dijo: “Vivir es la cosa más rara del mundo. La mayoría de la gente simplemente existe”. Si hoy solo pudiéramos dejar un mensaje para alguien, sería este: soñar. Sigue soñando en grande, soñando en grande y creyendo en tus sueños, sin importar que alguien te diga que no funcionará, que no es para ti, que estás loco. Sueña y mantente firme en tu camino. No hay montañas imposibles de escalar. Nada es imposible de lograr y cada uno de nosotros tiene el poder de cambiar nuestra propia historia. “No importa cuántos pasos retrocediste, lo importante es cuántos pasos das hacia adelante ahora. Nunca tengas miedo de crecer lentamente. Sólo tengo miedo de quedarme quieto”. (proverbio chino)